S/. Consultar
Maras, situado en la zona más hermosa del Valle Sagrado de los Incas, es uno de los destinos imperdibles para quienes visitan Cusco. Este encantador pueblo andino combina historia, tradición y paisajes naturales de una belleza única. Su mayor atractivo son las famosas Salineras de Maras, un conjunto de más de 3 000 pozas de sal que han sido trabajadas de manera artesanal desde tiempos preincaicos. El contraste entre las terrazas blancas y las montañas andinas crea un escenario perfecto para fotografías y para apreciar una de las técnicas de producción de sal más antiguas del Perú.
A pocos minutos de Maras se encuentra Moray, un complejo arqueológico inca que destaca por sus enormes terrazas circulares. Considerado un antiguo laboratorio agrícola, Moray demuestra el avanzado conocimiento agrícola y climático de los incas, quienes utilizaban estas estructuras para experimentar con diferentes tipos de cultivos. La combinación Maras–Moray es uno de los circuitos turísticos más solicitados por viajeros que desean una experiencia cultural completa en Cusco.
Visitar Maras no solo significa conocer sus salineras, sino también disfrutar de un pueblo lleno de encanto rural. Sus calles tradicionales, casas coloniales y vistas panorámicas hacia la cordillera hacen que cada paso sea especial. Además, este destino ofrece una conexión auténtica con la vida andina, permitiendo a los visitantes conocer de cerca los oficios tradicionales y la producción artesanal de la sal rosada de Maras, reconocida por su sabor y minerales naturales.
Para quienes buscan actividades al aire libre, Maras ofrece rutas de senderismo, ciclismo de montaña y recorridos en cuatrimoto que permiten recorrer el Valle Sagrado de manera emocionante y segura. Su accesibilidad —ubicado a solo 45 minutos de Cusco— lo convierte en una excelente opción para una excursión de medio día o día completo.
S/. Consultar
Moray es uno de los sitios arqueológicos más enigmáticos e impresionantes del Valle Sagrado de los Incas, ubicado a tan solo 50 minutos de la ciudad del Cusco. Famoso por sus gigantescos andénes circulares concéntricos, Moray destaca como un legado único de la ingeniería agrícola inca. Sus terrazas, construidas en forma de enormes anfiteatros, crean microclimas que permitieron a los incas experimentar con diferentes cultivos y temperaturas, convirtiendo este lugar en un auténtico laboratorio agrícola ancestral.
Las depresiones circulares de Moray, alcanzando hasta los 150 metros de profundidad, generan variaciones de temperatura notables entre sus niveles. Gracias a este ingenioso diseño, los incas lograron adaptar, mejorar y optimizar cultivos como la papa, el maíz y la quinua, demostrando un conocimiento avanzado de botánica y climatología que sorprende a investigadores y viajeros hasta el día de hoy.
Además de su valor histórico, Moray ofrece un paisaje espectacular rodeado de montañas nevadas, campos verdes y cielos despejados típicos del Valle Sagrado. Su silencio, amplitud y energía lo convierten en un destino ideal para quienes buscan una experiencia cultural profunda, contacto con la naturaleza y fotografías únicas.
La visita a Moray suele combinarse con las Salineras de Maras y el pueblo tradicional de Maras, formando uno de los circuitos turísticos más populares y recomendados para quienes desean comprender la grandeza de la civilización inca y disfrutar de vistas inolvidables.
S/. Consultar
La Montaña de 7 Colores, conocida también como Vinicunca o Montaña Arcoíris, es uno de los destinos naturales más espectaculares y visitados del Cusco. Ubicada a más de 5 000 m s. n. m., esta maravilla geológica destaca por sus impresionantes tonalidades rojizas, turquesas, doradas y púrpuras, resultado de la acumulación de minerales a lo largo de miles de años. Su belleza única y su imponente entorno andino la convierten en una experiencia imprescindible para los amantes de la aventura, la naturaleza y la fotografía.
El recorrido hacia la Montaña de 7 Colores atraviesa paisajes de alta montaña, valles abiertos, riachuelos cristalinos y zonas habitadas por llamas y alpacas, ofreciendo uno de los trekkings más memorables del Perú. Durante el ascenso, los viajeros pueden apreciar la majestuosa cadena montañosa del Ausangate, una de las montañas más sagradas de la cosmovisión andina.
A pesar de la altitud, la caminata es accesible para personas con buena condición física, y existen opciones como alquiler de caballos para quienes lo necesiten. La recompensa al llegar a la cima es incomparable: una vista panorámica de la montaña multicolor y el infinito paisaje andino que la rodea.
Visitar la Montaña de 7 Colores es una experiencia que combina aventura, cultura y naturaleza, perfecta para quienes desean explorar los atractivos modernos del Cusco más allá de los sitios arqueológicos clásicos. Es uno de los tours más solicitados por visitantes nacionales y extranjeros.
Por qué visitar la Montaña de 7 Colores